Entrevistas desastrosas

Publicado en Factor E 58.

Estos son algunos ejemplos de lo que no hay que hacer en una entrevista de trabajo.

Evitar expresarse mal de empresas, jefes o compañeros es la principal recomendación. El entrevistador supondrá que nos vamos a expresar de su compañía como nos expresamos de las demás. Uno de los principales objetivos que cualquier aplicante debe tener en una entrevista de trabajo es proyectar una imagen positiva. Ejemplo: al responder la pregunta: “¿por qué saliste de la empresa X hace 4 años?” el candidato comenzó a contar que había mucha grilla, a su jefe y a él no los querían, la de Recursos Humanos era una bruja malvada… Todo esto sonaba a “soy una víctima, y si me contratan, los culparé a ustedes por todos mis problemas”. No digo que no haya sido cierto, lo único que sugiero es que eso se lo podemos contar a nuestra pareja, sacerdote o psicólogo, pero jamás a un entrevistador.

Presentarse como una buena opción . En una ocasión tres personas estábamos entrevistando a un candidato que en mi opinión iba muy bien, hasta que dijo: “Por cierto: Les agradezco mucho esta oportunidad. He mandado muchos currículums, y ustedes son los únicos que me han llamado.” El comentario no venía al caso. Esto generó dudas en los otros: “¿Por qué no lo habrán llamado? ¿Habrán visto algo malo que pasamos por alto? Mejor vamos por otro, no vaya a ser…”.  No hubo forma de hacerlos tomar en cuenta al candidato.

Mostrar interés en la compañía. Estábamos entrevistando a varias personas, y siempre preguntábamos: “¿Por qué te interesaría trabajar aquí?”.  Una de las peores respuestas fue: “Pues porque no encuentro trabajo en ningún otro lado”. Traducción: “en cuanto salga algo, me voy a ir y dejar tirado el trabajo”. Es importante que se vea el entusiasmo, y no que la razón para acudir a la entrevista es un “peor es nada”. Si podemos mencionar que tenemos amigos en la compañía, que sabemos lo que hace, que tiene muy buena fama, hay que hacerlo. También es mejor decir: “quiero trabajar aquí porque admiro a esta compañía” que decir “quiero trabajar aquí porque en mi trabajo actual me prometieron aumento y no me lo dieron, me tienen harto, me negrean, etc.”.

Estar atentos a las preguntas con truco. A veces nos preguntan cómo resolveríamos una situación, y las preguntas están diseñadas para conocer nuestras actitudes más que nuestros conocimientos. Por ejemplo, en una pregunta que se refería a cómo reaccionaría el candidato a una persona que cometía muchos errores en otro departamento, una persona respondió: “me quejaría con mi jefe para que haga que lo despidan”. Las empresas buscan gente que trabaje en equipo. Las respuestas “hablaría con la persona”, “lo convencería de ayudarme”, “vería cómo contribuyo yo a generar el problema” son muy buenas.  “Quejarme”, “que lo despidan”, “amenazarlo” son señales de peligro.

Omitir problemas familiares. Recordemos que el entrevistador puede ser amigable, pero no es nuestro confidente. En una ocasión se organizó una comida para los entrevistados, porque venían de otra ciudad. Un candidato se sintió tan a gusto con el gerente de Recursos Humanos que comenzó a quejarse de su esposa, y contarle todos sus problemas maritales. Después de la comida, el comentario del gerente fue: “no sé quién es el mejor, pero definitivamente sé a quién no vamos a contratar”.  Las empresas requieren estabilidad, y los problemas personales pueden afectar el desempeño, así que eso hace menos deseables a los candidatos que los mencionan.

Si sabemos inglés, hay que mostrarlo. Aquí muchos candidatos se ponen nerviosos. Una persona mencionó en su currículum que hablaba en inglés, y luego se negó a hablarlo porque “le daba pena”. Punto. Otra se bloqueó por completo. Se sonrojó, empezó a tartamudear y ya no pudo hablar. Lo triste es que su inglés era mejor que el de muchos otros. Muchas veces, en vez de un inglés perfecto, las empresas buscan un inglés con el que los candidatos se puedan comunicar.

Ojalá que estos tips les sean de utilidad, y espero sus comentarios en franco@auval.com.mx.

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Acerca de

Armando Franco tiene amplia experiencia en las áreas de sistemas, compras y proyectos. Cuenta con una Maestría en Administración de Tecnologías de Información, y las certificaciones Certified Purchasing Manager, Microsoft Office 2010 Specialist, Expert y Master.

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