Barack Obama: Lecciones que aprender
El 24 de marzo del 2009, el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, ofreció su segunda conferencia de prensa**.
Mucho se puede hablar acerca de los temas que trató en su breve discurso, tanto como de las respuestas que dio a las preguntas que le hicieron los reporteros. Temas como el presupuesto de gastos de su administración, los esfuerzos para aliviar su recesión, las medidas para reactivar su economía, la guerra de México contra los cárteles, el dólar, los impuestos, la investigación de células madre, Irak, Afganistán y el Medio Oriente. Pero en esta ocasión quisiera resaltar sólo algunos puntos que me parecieron interesantes y que pueden ayudarnos a aprender lecciones importantes para nuestra situación particular en relación a la economía personal o familiar.
Aplicaciones prácticas de principios expuestos por el Presidente Barack Obama en su segunda conferencia de prensa (citas de Obama en letra itálica).
Acerca de la trascendencia del tiempo en la economía y las finanzas.
“Es importante recordar que esta crisis no sucedió de la noche a la mañana y que no fue el resultado de sólo una acción o decisión. Tomó muchos años y muchas fallas para traernos hasta aquí. Y tomará muchos meses y muchas distintas soluciones para sacarnos. No hay arreglos rápidos”.
El tiempo y la paciencia son factores importantes para mejorar una economía, sea global o personal. Es indispensable que tome en cuenta que se requiere tiempo para salir de una deuda, para lograr una meta financiera y para hacer realidad un sueño. La postergación de decisiones como ahorrar o cortar gastos superfluos es su peor enemigo si desea alcanzar prosperidad y libertad financiera.
Acerca de basar la economía sobre la especulación y el crédito.
“La parte más crítica de nuestra estrategia es asegurar que no regresemos a una economía burbuja en este país. Sabemos que una economía que se construye sobre especulación descuidada, sobrevaluación inmobiliaria y tasas maximizadas de tarjetas de crédito, no produce riqueza duradera. Crea la ilusión de prosperidad y nos ha puesto en peligro a todos”.
Tenía que ocurrir una recesión globalizada para que nos diéramos cuenta que comprar desmesuradamente a crédito, es más dañino de lo que creíamos.
Acerca de cambiar, de endeudamiento a ahorro.
“La mejor manera de reducir nuestro déficit presupuestal en el largo plazo no es con un presupuesto que continúe las mismas políticas que nos han conducido a una prosperidad angosta y una deuda masiva. Es con un presupuesto que nos lleve a un crecimiento económico amplio, moviéndonos de una era de préstamo y gasto a una en la que ahorremos e invirtamos. Es por eso que este presupuesto es inseparable de esta recuperación, porque es lo que establece los fundamentos para una prosperidad segura y duradera”.
Prosperidad segura y duradera: sólo con ahorro e inversión, no hay fórmula mágica, solo matemáticas básicas.
Acerca de ver hacia el futuro.
“Cuando cada uno de nosotros ve más allá de nuestros intereses de corto plazo, al más amplio cúmulo de obligaciones que tenemos, es entonces cuando tenemos éxito, cuando prosperamos. Y es lo que se necesita ahora. Así que veamos hacia el futuro con un sentido renovado de propósito, una renovada determinación y más importante, una renovada confianza de que días mejores vendrán”.
Planee ahora, para disfrutar en el futuro, sabiendo que nunca será el tiempo exacto perfecto, y que esta crisis no es la primera ni será la última. Hay que gastar menos, no endeudarse y ahorrar más.
Acerca del sacrificio. Cuando se le preguntó qué sacrificio específico le había pedido al público para participar en la recuperación de la economía, Obama respondió:
“Pienso que la gente ha sacrificado a diestra y siniestra. Tienes a padres de familia que han cortado gastos en todo para asegurarse de que sus hijos puedan asistir a la universidad.”
Se trata de poner lo grande por encima de lo pequeño. Los proyectos, sueños y metas relevantes por encima de los gastos no indispensables y los caprichos.
Finalmente la economía del consumismo comienza a admitir que necesita un cambio. Estos principios funcionan, no sólo para la economía de un país, sino para la economía de una familia. Si usted ha sido influenciado por la forma de vida americana, comience a cuestionar sus paradigmas y a poner sus pies en la tierra y su mirada en el cielo. Hasta la próxima.
** Fuente: http://abcnews.go.com/Politics
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