Cómo usar la facturación para tener más clientes
Me llamó la atención hace unos días que la forma de facturar de algunos negocios me invita a visitarlos de nuevo o a no volver en un buen tiempo. Evalué los estilos de facturación en dos dimensiones: servicio al cliente (si un empleado me ayuda a hacer la factura o no, y la rapidez del servicio) y conveniencia (es más conveniente tener la factura electrónica y también impresa que uno u otro). Este fue el resultado::
Noté que a mí, en lo particular, el servicio al cliente me interesa mucho. Quiero llegar, pagar y tener mi factura, sin tener que hacer dobles filas ni agregar un pendiente extra (imprimir las facturas) para cuando llegue a la oficina. Por eso me agrada muchísimo que Oxxo me dé un código de barras para mi llavero y cuando pido factura, lean ese código e inmediatamente tengan todos mis datos en la pantalla.
El mejor sistema me parece el de aquellos que me proporcionan la factura impresa en el momento y por correo electrónico también, sin hacerme teclear nada.
Por lo mismo, el peor sistema me pareció el de Super K, donde hice fila en una caja para pagar, en otra para pedir la factura, pero al final de la segunda fila me avisaron que no podían facturar menos de $50 ni cobrarme algo más ahí mismo, por lo que tuve que hacer fila otra vez para comprar algo extra y después regresar (ya sin fila) a pedir la factura. Tiempo desperdiciado: 20 minutos.
Además de este, hay otros esquemas interesantes que mejoran el servicio al cliente:
- Hay negocios donde en vez del RFC piden el teléfono.
- En las gasolineras es común pedir el número de cliente. Hay algunas que usan etiquetas redondas para apuntar el número de cliente en la parte interior de la puerta de la gasolina, y así evitan tener que preguntarle al cliente.
Lo importante es que algo tan trivial como la factura se puede volver un factor competitivo que nos favorezca o perjudique, algo que las mejores compañías están aprovechando a su favor.
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