La resolución del fraude.

Como les platicaba en la entrada «Como quitarle un dulce a un niño… y el niño fui yo», el lunes pasado me embaucaron para sacarme el número de tarjeta de crédito.

Descubrí que el cargo era de un seguros de banco (nunca supe cómo estaba protegido). Llamé para que me quitaran los cargos, y en una llamada que duró 45 minutos,  en forma resumida tuve esta conversación: 

Le podemos cancelar el seguro, pero el primer pago ya está hecho. No es aceptable. No pedí el seguro, no quiero pagar nada.
Usted aceptó el seguro. No lo acepté. ¿Por qué dicen que lo acepté?
Usted proporcionó los datos confidenciales. No debe proporcionarlos. Usted debe saber eso. Sí, con engaños. Tenían muchos datos míos, y me llamaron a mi casa para robarme.
Usted aceptó la venta, y hay una grabación. Vamos a escuchar la grabación. Ahí se verá que no acepté, a menos que la hayan editado.
No se puede editar. Vamos a oírla, entonces.
No se la puedo poner. Vamos a investigar y llámenos en 3 semanas para ver en qué quedó. No necesitan 21 días. Necesitan una hora. Hay una póliza, vemos quién capturó, y encontramos a las tramposas. ¿Por qué no puedo escuchar la grabación?
No tenemos los medios para que la escuche. Es muy fácil. Que el investigador tome su celular, y cuando la esté reproduciendo, me marque. Así la puedo escuchar.
No se puede hacer. Entonces vamos hablando con las personas que me lo vendieron para aclararlo.
No podemos comunicarlo con las personas porque pueden estar en cualquier punto de la república. Las embaucadoras lo hacen por dinero, no por diversión. Hay una póliza, vemos quién capturó, y las encontramos.
La persona que valida y captura no es la misma que le platicó al principio. A la persona que valida le dije varias veces que no quería pagar nada, y comentó que era un reembolso, no un cargo. Así que tiene pleno conocimiento. Hay colusión.
No hay forma de que usted hable con esas personas. ¿Será que no me quieren comunicar porque me van a decir: “mi jefe me dijo que lo hiciera así”? Si esto no es así, aquí el banco está siendo víctima de estas personas, que dañan su reputación y roban a sus clientes. De lo contrario, es cómplice. ¿Por qué no puedo hablar con esas personas?
Yo no le puedo comunicar. Entiendo. ¿Puede comunicarme su supervisor?

Total, hablé con el supervisor. Se negó rotundamente a comunicarme a las personas, me dijo que no entendía por qué quería hablar con esas personas, ¿qué quería conseguir? (mi respuesta literal: que las despidan por rateras). Me pidió que confiara en la institución (¿cómo, si por un lado me embaucan y por el otro defienden a las ladronas?). Al final me dijo que llamara al día siguiente para ver qué había pasado. Esta fue una respuesta mucho más aceptable que los 21 días iniciales.

Llamé al día siguiente, y comentaron que se iba a cancelar el cargo en los próximos 10 días hábiles. Cuatro días después se había hecho la devolución.

Si esto se lo hacen, por hablar de un estimado súper conservador,  a 1000 personas en un mes, hablamos de medio millón de pesos, y muchas de esas personas se conformarán con cancelar los siguientes pagos y perder sólo la cantidad inicial.

¡Qué negociazo!

Armando Franco © 2011

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Acerca de

Armando Franco tiene amplia experiencia en las áreas de sistemas, compras y proyectos. Cuenta con una Maestría en Administración de Tecnologías de Información, y las certificaciones Certified Purchasing Manager, Microsoft Office 2010 Specialist, Expert y Master.

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