Mis clientes sonsacan a mis empleados.
La primera vez que escuché «mis clientes sonsacan a mis empleados» me pareció que era una excusa. Los empleados seguramente estaban enojados, y los clientes no eran los que los «sonsacaban». Luego me pasó. Un cliente me llamó y me dijo que quería un curso, y comentó que lo quería más barato, así que qué tal si lo hacía en sábado sin informarle a mi patrón: un dinerito extra para mí, un dinerito extra para él, y todos felices. Le pregunté a algunos amigos, y me confirmaron que esta es una práctica común.
¿Qué se puede hacer al respecto? De estas mismas pláticas, recopilé estos tips:
Con los empleados:
a) Tener un buen sistema de control de inventarios, si se trata de un producto.
b) Indicar en su contrato que tomar trabajos «por fuera» es causa de despido.
c) Probar a los empleados mediante compradores sorpresa, e informarles de esto a los empleados.
d) Incluir cláusulas de no competencia en el contrato de trabajo, estipulando que si el empleado decide poner un negocio que compita con el del patrón hasta cierto tiempo después de haber trabajado en su negocio, deberá pagar «colegiatura» por usarlo como escuela.
e) Instalar cámaras de seguridad.
f) Controlar los equipos en fin de semana (en el caso de equipo de fumigación, por ejemplo).
Con los clientes:
a) Indicar que si el cliente no recibe un ticket de compra, su compra es gratis.
b) Colocar en forma visible un teléfono local o gratuito para quejas, y tener a alguien que responda siempre.
Lo mejor, sin embargo, es contratar gente de confianza que se sienta a gusto trabajando con nosotros. Implantadas de la forma equivocada, varias de estas medidas podrán ofender a la gente, y fomentarán la misma conducta que tratan de evitar.
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